El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (PSOE), ha cifrado en 130 los incendios forestales que arrasaron 330.000 hectáreas durante agosto. «Estamos hablando de una superficie equivalente a casi seis veces la isla de Ibiza y que han obligado a muchas personas a evacuar sus casas sin saber siquiera si podrían volver a ellas», declaró este lunes en el acto 'Por un pacto de Estado frente a la emergencia climática'.
El líder socialista destacó la movilización de numerosos voluntarios y miles de servidores públicos de todas las administraciones ante esta «situación tan terrible, tan dramática». Según Sánchez, los efectivos «se han dejado literalmente la piel, se han jugado la vida, han tenido jornadas extenuantes» con el objetivo único de sofocar las llamas y proteger la vida de los ciudadanos.
Rechazo a teorías conspirativas
El jefe del Ejecutivo descartó categóricamente que la ola de incendios sea «fruto de la casualidad ni tampoco de una trama pirómana, como insinúan desde la bulosfera en las redes sociales». Sánchez identificó tres factores fundamentales como causantes de la tragedia: una política de prevención claramente insuficiente, una gestión del territorio inadecuada y la emergencia climática.
El presidente alertó sobre la «falta de planes ejecutados, la ausencia de instrumentos de análisis, de predicción avanzados y también en plantillas de bomberos y de brigadas forestales que en determinados territorios no estaban lo suficientemente dotadas». La inadecuada gestión territorial se traduce en «montes cargados de biomasa, en caminos sin cortafuegos descuidados, en falta de especies autóctonas y resistentes al fuego, en municipios despoblados, en infraestructuras obsoletas».
Emergencia climática innegable
«El cambio climático mata, el negacionismo climático que procesa una parte importante como consecuencia de los bulos de alguna de nuestra clase política resulta tan incomprensible como preocupante», aseveró Sánchez. El presidente subrayó que la emergencia climática ha hecho que los incendios sean ahora más virulentos y que «tenemos que hacer mucho más».
Aunque reconoció que «puede parecer incluso ingenuo» pedir un pacto de Estado, Sánchez defendió el posibilismo recordando precedentes como el Pacto de Toledo o el pacto contra la violencia de género. «Creo que podemos volver a hacerlo, debemos estar a la altura de lo que exige el país, debemos apagar el ruido y acordar entre todas las administraciones», propuso.
Despliegue sin precedentes
Sánchez reivindicó el «mayor despliegue humano y técnico que se ha hecho en España nunca para combatir los incendios». El Gobierno movilizó más de 3.400 miembros de la Unidad Militar de Emergencias, 26.000 efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, 650 brigadistas forestales de refuerzo y 300 efectivos europeos.
El presidente estableció tres prioridades actuales: extinguir los incendios que permanecen activos, transferir las ayudas económicas aprobadas en el último Consejo de Ministros para acelerar la reconstrucción y «hacer lo que haga falta» para evitar que esta tragedia se repita en la misma dimensión. Su dedicación representa «la viva imagen de la solidaridad que une a todos los españoles», concluyó.
Fuentes utilizadas: "Europa Press" Nota: Este artículo ha sido editado con la ayuda de Inteligencia Artificial.