Rusia lanzó este viernes por la madrugada un ataque masivo contra todos los distritos de la capital ucraniana, Kiev, causando al menos cuatro muertos y 24 heridos. Los bombardeos, que comenzaron a las 2:20 horas (hora local), afectaron especialmente edificios residenciales e infraestructura crítica.
El presidente ucraniano Volodímir Zelenski acusó a Moscú de un «ataque deliberadamente calculado destinado a causar el máximo daño a las personas y a la infraestructura civil». Según el mandatario, se utilizaron alrededor de 430 drones y 18 misiles en la ofensiva.
Entre las víctimas mortales se encuentra una anciana fallecida en el distrito de Desnianski. Los heridos incluyen una mujer embarazada y un niño de diez años, informó la policía de Kiev a través de Telegram. El jefe de la administración militar de la ciudad, Timur Tkatchenko, confirmó daños generalizados: «Los rusos están atacando edificios residenciales. Hay muchos edificios altos dañados en toda Kiev, casi en todos los distritos».
Cortes de suministros básicos
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, advirtió sobre las consecuencias del «ataque masivo enemigo». «Algunas secciones de las redes de calefacción resultaron dañadas», explicó, añadiendo que se prevén cortes de agua y electricidad. El distrito de Desnianski se quedó temporalmente sin calefacción.
El ministro de Exteriores ucraniano, Andri Sibiga, denunció que los ataques rusos apuntaron deliberadamente a «casas, hospitales e infraestructura civil y energética». Sibiga, que regresaba de visitas a Canadá y Reino Unido, pidió al G7 acelerar las decisiones para reforzar las defensas aéreas ucranianas y aumentar la presión económica sobre Rusia. Por su parte, Ucrania intensificó sus contraataques: provocó un incendio controlado en la refinería de petróleo Sheskharis en Novorosíisk e hirió a tres tripulantes de un buque civil ruso que requirieron hospitalización.
Nota: Este artículo fue creado con Inteligencia Artificial (IA).













